se esconde de las autoridades
lleva solo unos meses
y ya tiene el conocimiento
para darse cuenta
que quienes mandan
no la quieren ver mas.
Con sus normas absurdas
no la dejan vivir en paz
pero esta vez no volverá atrás.
Goza de cortos momentos de felicidad
y espera el final del día para abandonar
la prisión por unas horas
y flamear de la mano del viento
en un clásico día de otoño.
Se enrosca para ser menos visible
y se ata las manos para no reaccionar.
Nadie quiere verla enfurecida
pero solo así se siente la libertad.
No sabe si mañana la verán,
el cautiverio la está agotando
pero prefiere vivir en clandestinidad
y poder promover su ideales
a que morir y dejar el mundo
en manos de quienes la matarían
si tuvieran una mínima oportunidad.
Asfixiada por el encierro,
la campana salvadora
indica que pronto podrá volar.
Goza de cortos momentos de felicidad
y espera el final del día para abandonar
la prisión por unas horas
y flamear con el viento
sintiendo así la verdadera paz.
Pocas logran sobrevivir
pero está dispuesta a luchar.
No es solo su lucha,
es de la humanidad
pero muy pocos la entienden
pocos valoran la libertad.
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